A mí me encanta mi familia española. Sólo vivo con una señora, Carmen, que ha vivido en Madrid toda su vida. Ella vive sola en un piso en el céntrico barrio de la calle mayor, pero siempre tiene al menos un estudiante del extranjero. El edificio en que vivimos tiene más de cien años y la familia de Carmen ha vivido en este piso del edificio casi cien años también.
Aunque vive solo ella, está rodeada de amigos y primos y, como ya he dicho, ella siempre tiene estudiantes en casa. Por ejemplo, en cada partido del Real Madrid (“el equipo más magnifico del mundo”, como dice Carmen), ella invita a su prima, Elo, y a otros primos y amigos para ver el partido y cenar con nosotras. Durante estos partidos siempre nos lo pasamos bien, aun cuando pierde nuestro equipo. Estas reuniones siempre me dan un aspecto de la cultura española que no podría encontrar en ningún otro lugar.
También, todos los viernes, cenamos con otra prima de Carmen, Mercedes, que tiene dos hijos en casa de mi edad, otro estudiante de nuestro programa, y otros estudiantes del extranjero. Carmen y yo vamos a la casa de Mercedes y siempre están allí para cenar los otros estudiantes, sus hijos, y otros amigos suyos. Estas cenas siempre están compuestas por mucha comida, mucho ruido y muchas risas. En cada cena entiendo más conversaciones y más chistes y en cada cena aprendo algo más de la cultura en la que estoy viviendo. Estas cenas son una de mis cosas favoritas de mi vida en Madrid no sólo porque siempre cenamos bien, sino porque también me hacen sentir como si fuera parte de esta gran familia y por eso me dan otra experiencia cultural que no podría encontrar en ningún otro sitio.
Por todo eso, Carmen tiene una vida llena de amistad y ella me da una vida española llena de amistad también. Carmen y yo estamos haciendo una buena amistad también y estoy segura de que aun después de irme de Madrid, Carmen y yo hablaremos y seremos buenas amigas.

Orli Handmaker. Skidmore in Madrid. Primavera de 2012.