Mis primeras experiencias, por Jem Kogen

Hasta ahora, me he divertido en España. Me gusta la comida. Para ser más específico, me encantan los menús. ¡Hay tanto en sólo una comida! No sé cómo me lo como todo. ¡Además, una bebida y un postre están incluidos – gratis! Es increíble. Otra razón por la que es una cosa muy buena es que quedo lleno durante seis u ocho horas, o al menos, hasta la cena. ¿Mencioné que es muy barato también? Cuando regrese a los Estados Unidos, creo que el menú es lo que más voy a echar de menos.
Además de la comida, otra primera experiencia de España que he tenido es el salir durante la noche a los clubs y bares. En los Estados Unidos, yo era menor de edad, lo que significaba que salir a un bar era imposible. Aquí, hace por lo menos tres años que los chicos de mi edad salen a los bares para beber. No siento muchos celos por este hecho pero es un poco embarazoso ir a un país que es conocido por su vida nocturna cuando uno viene de un país en que la vida nocturna solamente tiene lugar en tres sitios: su casa, la casa de su amigo, o la casa de alguien desconocido.
Por lo tanto, la vida nocturna es muy diferente aquí. A mi parecer, la idea de “botellón” es ridícula. Me gusta, pero es ridícula porque nunca ocurriría en los EE.UU. La policía es muy estricta allá. Además, hay muchos vendedores de cerveza en las calles y ninguna policía. Me parece que el estilo de vida aquí es, a la vez, tranquilo y muy animado.
Aquí, en España, fui a mi primera discoteca. Creía que la experiencia era necesaria. Necesitaba abrazar la cultura y me alegro de haber ido. Regresé a mi casa a las siete de la mañana. Nunca, en mi vida, he estado saliendo durante la noche entera. Se lo dije a mis padres españoles y ellos me dijeron que es la norma. No podía creerlo. ¿Eso era normal?

Jeremy Kogen. Skidmore in Madrid. Primavera de 2012.

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