Mi familia española, por Erin Fleurant
Para mí, es muy difícil creer que he estado en España ya un mes. Es increíble que ya siento que esta ciudad es mía y este apartamento es mío. Pienso que me siento de esta manera porque tengo una madre aquí que es la mejor.
La primera noche que estuve aquí, ella y yo fuimos a la Puerta de Sol, a la Plaza Mayor, y a las partes más antiguas de la ciudad. Esta era mi primera experiencia con Madrid y la parte más importante, las famosas tapas. Desde aquella primera noche, ella ha sido muy amable y simpática. Cada día cuando regreso a la casa, ella me pregunta sobre mis amigas aquí y en los Estados Unidos. Quiere saber sobre mi familia, mi novio y toda mi vida en los Estados Unidos. Cada día, tiene más paciencia, porque mi confianza en mí misma para hablar mejora, pero, en realidad no puedo hablar mejor. Corrige mi español cortésmente y me ayuda con palabras nuevas. También, cuando tengo problemas (con mis tarjetas de debito o con mis vuelos de Iberia) todo el tiempo ella me ayuda. Cuando hablo, ella escucha. Sé esto porque hace dos semanas, mencioné que mi comida favorita es la hamburguesa. ¿Qué comimos anoche? ¡Una hamburguesa! Era fantástica. Otro ejemplo de su generosidad es cuando hablé sobre mis viajes en España a los lugares que quiero ir, y ella me ofreció su casa en Galicia para dormir un fin de semana.
No la entiendo completamente, pero una cosa que por supuesto entiendo, es que ella es una madre fantástica para mi aquí. No quiero cambiar nada.
Erin Fleurant. Tufts en Madrid. Primavera de 2012.
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