Mi llegada a Madrid
Siempre soñé con visitar España y por fin he cumplido ese sueño. Más que visitar, voy a vivir en la emblemática ciudad de Madrid durante cuatro meses. Todo comenzó con dos viajes de avión. Lo más interesante de mi viaje fue que casi no llegué a España. El avión de Boston a Nueva York se retrasó tanto que casi no me pude montar en el avión de Nueva York a Madrid. Pero en fin, aunque estaba muy asustada, llegué a tiempo. Cuando llegué a las diez de la mañana, estaba muy emocionada por empezar el día aunque tenía un caso de jet lag tremendo. Veía que el resto del grupo se sentía igual que yo; cansado pero muy entusiasmado por comenzar nuestras aventuras en Madrid.
Después de un día de conocer a mis compañeros del programa, mi padre Iván, mi anfitrión, me recogió del hotel. Estaba muy nerviosa porque quería que me quisieran desde el primer momento. Lo saludé con los dos besos que son la costumbre en España. Estaba esperando a su mujer y dos niños, pero resultaba que ellos estaban todavía de vacaciones en Santander. Ellos se quedaron una semana más, y entonces los conocí a todos. Mi madre se llama Marina, su hijo, Guillermo, y su hija, Jimena. Guillermo tiene seis años y Jimena va cumplir dos en octubre. Me encantan los niños pequeños, por eso escogí esta familia. Ellos son muy divertidos y amables.
Mi primera impresión sobre Madrid fue que es muy hermosa. Todo se veía muy antiguo y frágil pero moderno a la vez. También me sorprendió que casi no haya basura en las calles en comparación con Boston, donde yo vivo. Me gustó mucho que la gente de Madrid es muy consciente de mantener el medioambiente. Siempre veo letreros o anuncios diciendo que recojas tu basura y que cierres el grifo cuando te estás cepillando los dientes.
Me gusta mucho España y espero pasarlo muy bien aquí.
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