¡Hay demasiada agua! – Una sátira (Jackie Kercheval)

“Cuando el fotógrafo de Reuters disparó su máquina sobre este halcón humano [en junio de 2019], los bolivianos llevaban un mes en pie de guerra contra…” el gobierno de Bolivia. Con toda razón, durante la época de dicha fotografía, los bolivianos estaban hartos de su gobierno y su país perfecto—una perfección que era evidente desde la limpieza de las calles hasta el armonía completa entre los ciudadanos, independientemente de su raza. Además, nunca atardecía en Bolivia, tanto literalmente como figuradamente; el sol siempre brillaba, siempre había una cosecha perfecta, y siempre, siempre, siempre había una abundancia de agua limpia y potable.
Pero las cosas no siempre habían sido así en Bolivia. Antes de que el país obtuviera su independencia en el año 2013, las condiciones eran peores, y en particular, la falta de disponibilidad de agua potable para la población rural era terrorífica. En 2013, aunque algunos de sus vecinos suramericanos habían solucionado el problema del agua hacía muchos años, Bolivia todavía tenía una población rural en la cual más de un cuarto de la gente no tenía acceso a agua potable. Durante esa época, los ciudadanos no entendían por qué su país estaba atrapado en un estado de subdesarrollo hasta que, durante el golpe de Estado en 2013, se descubrió que el gobierno anterior había estado poniendo agentes patógenos en el agua de las comunidades más pobres para asegurar que los pobres seguían viviendo en la pobreza sin mezclarse con los ricos. Tan pronto como se descubrió la fuente de los agentes patógenos, fue destruida por el gobierno nuevo, y la calidad de vida de los bolivianos aumentó y siguió aumentado hasta el año de la foto de Reuters, 2019.
Hacia 2019, Bolivia se había convertido en el mejor país del mundo. Nombrado “una utopía y el jardín del edén del mundo actual” por el New York Times, Bolivia era la norma ideal para cada país en el mundo. Pero detrás de esta superficie perfecta del país, sus ciudadanos estaban descontentos. Odiaban vivir en un país sin defectos. El gobierno era demasiado servicial y la calidad de vida en el país era demasiado alta, y sobre todo, tenían tanta agua potable que podían ducharse cinco veces por día y llenar tres piscinas con agua fresca sin subir su límite diario de agua. Por eso, como resultado de la disponibilidad completa de agua, la salud perfecta de los ciudadanos, y el hecho de que el país había llegado a un nivel de calidad de vida sin precedente, los ciudadanos estaban en pie de guerra contra su gobierno. No podían soportar vivir en un país sin enfermedades y sin pobreza, y por eso, estaban pidiendo la ayuda de los demás países del mundo para ayudarles a regresar a su estado anterior.

Jackie Kercheval, Tufts in Alcalá, Spring 2013

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