Historia de un matrimonio (Emma Liss)

De los cuatro caminos que podría tomar la historia, el cuarto es el más interesante. Como dice la historia, hay un montón de posibilidades que pueden existir si la mujer pregunta a su marido, “¿Y tú? ¿Qué harías si te dijera que esta mañana he matado a tu amante?” Voy a desarrollar tres de esas millones de posibilidades.
El primer camino que puede tomar es que la mujer en realidad no ha matado al amante, porque no existe. El marido dice “Pues, diría que no tengo una amante, entonces no sería posible. Pero si hubieras matado a alguien te guardaría el secreto para siempre, si me preguntaras.” La mujer considera un momento lo que dice su marido, y dice “Bueno, me parece bien. Yo haría lo mismo por ti. ¡Que buena pareja somos!”
El segundo camino que puede tomar es que la mujer en realidad no ha matado al amante, pero existe. El marido dice, “¿Qué? ¿Cómo? ¿Has matado a Lidia? ¿Cómo sabes que existe?” Se sienta, pone la cabeza en las manos, y empieza a llorar.
La mujer, al oír lo que dice su marido, empieza a llorar también. “¿¿Qué dices?? ¿Tienes una amante? Solo era una broma para preguntarte si harías lo mismo….no he matado a ninguna amante, ni siquiera lo haría….no puedo creerlo…¿que tienes amante? ¿Desde hace cuánto tiempo?”
El marido tiene una cara de choque total. “No no no cariño, todo fue una broma,” dice, pero poco convincentemente. La mujer se sienta mirándole, con desconfianza. “Pues, puedo ver que no me crees. Entonces, como sabes, nuestro matrimonio no ha sido perfecto…y como siempre estás trabajando…necesitaba un poco de compañía. Empezó solo como amistad pero se convirtió en amor. Lo siento mucho no sé qué más puedo decirte.” Hablan más, y la mujer dice al final que el marido tiene que marcharse de la casa, y el matrimonio termina.
El tercer camino que puede tomar es que el marido tiene un amante, y en realidad la mujer la ha matado. El marido dice, “¿Qué? ¿Cómo? ¿Has matado a Lidia? ¿Como sabes que existe?” Se sienta, pone la cabeza en las manos, y empieza a llorar.
La mujer tiene una cara de satisfacción. “Si, sospeché algo de ti, y leí tus mensajes de texto, y descubrí la existencia de tu amante. Lo he sabido hace tres semanas, y esperaba el momento perfecto para encontrarla sola. Le dije quien soy, y la maté. Y ahora tú tienes que pensar…qué haces ahora? Tu respuesta podría ser la diferencia entre la vida y la muerte…”

Emma Liss, Skidmore in Madrid, spring 2012-13

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