¡Oye, no te lo bebas todo!
La vida está llena de experiencias interesantes y al final nos vamos quedando con los buenos momentos. Aquellos instantes que nos hacen sentir especial, en compañía de aquellas personas que significan mucho para nosotros. Eso fue para mí la cata de vinos del último jueves.
Creo que aquella tarde casi ninguno sabíamos muy bien qué era eso de catar vino. Algunos como yo apenas conocíamos el vino más allá del calimocho* que nos preparábamos en las fiestas de los pueblos, años atrás.
Pero la experiencia fue perfecta. Coordinadores, mentores y estudiantes de aquí y allá nos unimos para aprender y para experimentar. Conocimos el proceso de fabricación y aprendimos a distinguir diferentes calidades y variedades, oliendo y saboreando los vinos que Javier, nuestro guía, nos relataba con pasión.
Pero además nos reímos mucho, nos conocimos mejor y pasamos un rato muy agradable.
Creo que ése es el significado de formar parte de este programa: acercar culturas y personas diferentes, aprender unos de otros y colaborar entre todos para hacer de esto una experiencia única.
¡Un saludo a toda la gente del programa y gracias por estar ahí!
Diego de Blas, mentor de Tufts & Skidmore in Alcalá, primavera 2014.
*Calimocho: mezcla de vino, generalmente barato, y coca-cola.
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