Normas de convivencia con la familia: un repaso
Ahora que lleváis un tiempo en España, que ya conocéis un poco más la realidad de la cultura española, las diferencias culturales, es el momento de hacer una doble reflexión sobre las familias españolas con las que convivís: personas reales, con sus muchas virtudes y por supuesto, con algunos defectos.
Desde el programa queremos agradeceros el esfuerzo por seguir las normas de convivencia, que es el momento de revisar también juntos, familias y estudiantes:
– Ten en cuenta el diferente sentido de privacidad: en las casas españolas el hogar es un espacio común y sólo tu habitación es “respetada” como espacio privado.
– El contacto físico suele ser más estrecho; claro, siempre depende de la familia, pero eso es la norma: una relación física y de acercamiento espacial más estrecha; sin embargo, si hay algo que te haga sentir incómoda en este sentido, es mejor que lo comentes con tu familia, que sabe las diferencias culturales y comprende que hay estudiantes que prefieran más distancia, sin que por ello la familia se ofenda.
– Ten en cuenta que, siempre con el respeto como norma, cada persona puede diferir de opinión con respecto a la otra. Si no estás de acuerdo con algo, siempre es bueno expresarte y hacer llegar a la familia tu postura. No quiere decir que les “vayas a convencer” o que ellos te hagan cambiar de opinión a ti, pero sí que van a tenerte en cuenta con las diferencias enriquecedoras.
– No es obligatorio para la familia dejarte llevar visitas a casa. Si aceptan que vayan, siempre será un “regalo” que te ofrecen.
– Haz sólo el desayuno y una de las dos comidas en la casa. Nunca cojas comida de la familia para hacer la tercera comida. Cada día recibes 11€ y si quieres comer en casa puedes comprarte un bocadillo y guardar algunas cosas que no haya que cocinar, en la nevera.
– Respeta a la familia: no hagas ruido al llegar, dúchate a horas habituales y con duchas cortas (máximo 10 minutos), no hables por teléfono ni por Skype a altas horas de la noche porque puede interrumpir el descanso de la familia y respeta sus cosas (no cojas su champú, pasta de dientes, etc.). Tampoco malgastes la electricidad ni el agua.
– Ten las zonas comunes limpias e intenta mantener tu habitación lo más ordenada posible.
Por último, mantén con la familia un diálogo abierto: si hay comidas que no te gustan, si necesitas comer otro tipo de alimentos que no te ofrecen, u otra cantidad (más o menos comida), puedes hablarlo con tu familia, que tratará de adaptarse de la mejor manera posible. Recuerda que tu familia anfitriona quiere hacerte sentir como en “casa”.
Y cualquier cosa ¡habla con el Staff! Nos encantará ayudarte en lo que podamos.

Cuadro “La familia de toda la vida” de Eleazar
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