Mi primer post en castellano :-)
Hoy es el último día de mis clases. Y mañana, voy a un viaje de una semana en el sur de España con algunos amigos del programa. Cuando regrese, solo tengo un fin de semana y tres días de trabajos y exámenes finales. ¡No lo puedo creer! Pero este puente viene en buen momento. Durante las semanas pasadas, todos teníamos mucho estrés y se notaba en el aire de las clases del programa. Me he sentido agobiada con las cosas para hacer en los días finales de mis asignaturas. Al mismo tiempo, he preparado mi viaje para motivarme esta semana.
¿De dónde viene el estrés? Hay una diferencia entre la cultura académica aquí en España y en los Estados Unidos. Normalmente en los Estados Unidos, o al menos en la Universidad de Tufts, tenemos nuestros encargos y proyectos dispersos a través del semestre. Aquí, en las clases normales de la Universidad Autónoma de Madrid, la mayoría de los proyectos y trabajos tienen plazos de entrega en las últimas semanas. Nuestras clases del programa tienen una mezcla de los dos. Pero los primeros meses tuvimos mucho menos trabajo, mientras que la mayoría de los proyectos tienen que ser entregados en el último mes. El ritmo de las clases ha cambiado mucho. Antes, durante nuestra adaptación principal, las clases iban más despacio. Y de repente, las clases pasaron a ser muy apresuradas y desafiantes. Especialmente para mí, porque estoy tomando cuatro clases del programa: En boca de mujer, Gramática, Sketchbook, y Salud global y los Derechos Humanos en España.
Acompañando al estrés, muchas cosas más entretenidas están ocurriendo. En la semana pasada, he aprendido a hacer panes en mi práctica, asistí a una cena del día de la Acción de Gracias del programa, fui a un viaje a Ávila con los mentores e hicimos una búsqueda de tesoro, hemos planeado y hecho una manifestación en Sol de #LoveTrumpsHate y eso ocurrió antes del lunes. También, fuimos a Alcalá para participar en una cata de vino fantástica en el restaurante Esencias de Gourmet donde una estudiante hace su práctica y competimos en un concurso de tapas con los mentores en A Punto que fue mi último día de la práctica.
En estos últimos momentos en Madrid, estoy haciendo todo lo que puedo para disfrutar mi vida aquí. Solo puedo vivir en el presente porque la realidad es que voy a regresar a mi casa en California y después en el semestre de primavera en Tufts y no voy a volver a España durante mucho tiempo. Debo aceptar el hecho de que voy a regresar a un país con un ambiente diferente de lo que salí. Algún día voy a volver para visitar a mi madre madrileña y mis amigos aquí. Pero, por ahora, tengo que absorber la cultura, el ambiente, la gente, la comida, y por supuesto, los viajes. Tengo ganas de continuar mi travesía aquí en las siguientes dos semanas; voy a cumplir mi lista de cosas por hacer aquí en los últimos cinco días antes de mi vuelo para los Estados Unidos y por fin comer las galletas de las monjas en La Latina.
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